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    La mayoría de los jóvenes tienen unas ganas locas de viajar.

    Suele empezar a los veinte años.

    Resistir. No haga eso.

    Confía en mí.

    No viajes, especialmente a un país extranjero.

    Arruinará tu vida.

    Porque viajar suele molestarte y eres muy impresionable cuando tienes veintitantos años. Espere hasta tener 30, 40, 50 años o más, porque la mayoría de las personas ya han tomado una decisión.

    ¿Pero cuando tienes veintitantos? Ciertamente no. Sólo estás pidiendo miseria y dolor de corazón.

    ¿Alguna vez has girado y de repente has empezado a hacerlo en sentido contrario? Te produce náuseas y mareos, ¿no? Así es exactamente como se sentirá todo tu mundo cuando viajes.

    Pero me temo que muchos de vosotros sois demasiado testarudos para prestar atención a mis advertencias.

    Es un error. Confía en mí. Lo hice y sufro todos los días.

    Entonces, ¿cuál es el problema?, preguntas. Viajar debería ampliar tus horizontes, ¿no? Se supone que te hará pensar diferente. Durante siglos, hombres más sabios que yo han proclamado cuánto cambia esto la forma en que vemos el mundo.

    ¡SÍ! Eso es exactamente lo que hace y ese es el problema. Porque los jóvenes son demasiado sensibles a los efectos de los viajes. Afortunadamente, cuando llegas a los veinte años, probablemente ya hayas adquirido una carrera, préstamos, una familia, deudas y muchas otras obligaciones; todas estas cosas actúan como una armadura que te protege de los efectos secundarios desagradables del viaje.

    ¿Entonces, cuál es el problema?

    En primer lugar, la persona que eras antes de viajar ya no existe. El asustador. No lo notarás al principio, pero poco a poco empezará a dominarte a medida que viajas. Podrás ver cómo viven otras culturas. Tus puntos de vista sobre el trabajo, el juego, la calidad de vida, la comida, el transporte público, el arte, la arquitectura y la tradición: todo comienza a filtrarse en tu cerebro y se hace cargo.

    Empezarás a preguntarte:

    “¿Quiero trabajar más de 60 horas a la semana y apenas tener vacaciones?”

    “¿Hay más en la vida que el trabajo?”

    “¿Cómo es posible que los jóvenes de otros países no se vean paralizados por la deuda estudiantil? »

    “¿Qué es lo más importante en mi vida?”

    “¿Por qué no estudié un idioma extranjero?”

    “Quizás otros países hacen algunas cosas mucho mejor que nosotros en casa. »

    “¿Cómo descubrió la gente de otros países cómo disfrutar la vida? »

    Realmente no te das cuenta hasta que regresas a casa, porque es entonces cuando descubres que “el hogar”, el lugar que siempre representó estabilidad y comodidad, también ha desaparecido. De repente la casa parece diferente. Es desorientador y se siente como si estuvieras usando las gafas de otra persona. Te sentirás incómodo.

    Hablando de casa, es extraño pasar de una mochila a una casa llena de cosas que has acumulado. Te das cuenta de que tener una casa/apartamento lleno de cosas no te hace feliz; de hecho, todas tus cosas empiezan a resultar un poco abrumadoras.

    Pero está empeorando.

    Tus amigos, familiares y colegas no lo entenderán. De hecho, a ellos realmente no les importa que hayas pasado por este viaje transformador. Les contarás todo lo que has comido, visto y probado, pero te digo que sus ojos se iluminarán rápidamente. Esto sucederá casi siempre. Si tienes suerte, tus padres escucharán tus historias durante unos minutos antes de querer clavarse un lápiz número 2 muy afilado en los oídos.

    Es muy solitario saber que nadie más podrá o podrá identificarse con sus experiencias. Pero continuarás con el inútil proceso de intentar contar tu historia. Ten cuidado porque tus amigos se aburrirán rápidamente con tus historias.

    Pero eso no es todo.

    Al volver a tu vida normal, descubrirás que no estás satisfecho. Tratar de concentrarse en la escuela o el trabajo se vuelve casi imposible ya que el atractivo de viajar te atrae constantemente. Te encontrarás tratando de arreglarte con sesiones maratónicas viendo Travel Channel, Anthony Bourdain, Rick Steves y House Hunters International. Buscarás restaurantes que sirvan comida de los países que has visitado, pero nunca será tan buena como en Francia o Italia, o dondequiera que hayas viajado. Y que Dios te ayude si te gusta la cerveza belga porque tu cuenta bancaria se verá afectada.

    Te encontrarás navegando aleatoriamente por la web en busca de grandes ofertas en pasajes aéreos o lugares geniales para hospedarte. airebnb – incluso si no tienes tiempo ni dinero para viajar.

    Pasar tiempo en Facebook e Instagram se volverá casi insoportable ya que verás a tus amigos publicar fotos de sus viajes. Le traerá buenos recuerdos, pero la depresión de estar encerrado en casa rápidamente se apoderará de usted.

    PERO LO PEOR DE VIAJAR A LOS VEINTE AÑOS ES QUE NO PODRÁS PARAR.

    Pasarás toda tu vida viajando. No podrás deshacerte del virus de los viajes. Siempre que surja la oportunidad de visitar otro país, la aprovecharás. Pasará menos tiempo en el bar o elegirá una comida casera en lugar de un restaurante para agregar un poco más a su fondo de viaje. Encontrarás otras formas de ahorrar y ahorrar porque no te quedará más remedio que ver a la mayor cantidad de personas posible.

    Es una carrera loca. Buena suerte

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